VIH y Servicio SPD: El caso de Eulogio

Ana Deza con Eulogio en una de las visitas de seguimiento del servicio SPD

Mi nombre es Eulogio. Tengo 76 años y resido en un pequeño pueblo de Palencia en el que viven apenas 250 habitantes.

Como muchos sabréis, la vida en los pueblos no siempre es fácil… Realmente, mi vida nunca fue fácil. Sin demasiadas oportunidades para obtener una educación adecuada, a día de hoy me cuesta mucho leer, apenas sé firmar mi nombre y sobrevivo con una pequeña pensión no contributiva. Además, no dispongo de una buena red de apoyo. Hace ya algunos años que, en nuestro pueblo, el médico nos visita únicamente una o dos veces por semana, y esto, para un paciente crónico de mis características, genera, en muchas ocasiones, una gran sensación de vulnerabilidad. ¡Ah, por cierto! Se me ha olvidado comentaros que soy VIH positivo.

Posiblemente os estéis preguntando cómo me siento. Si os soy sincero, la aceptación de una enfermedad con el estigma del VIH, aún a día de hoy, no es fácil. He pasado por varios momentos donde mis pensamientos y forma de afrontar esta afección crónica no han sido las más adecuadas, y eso ha dificultado todavía más el recibir la ayuda que necesito. Reconozco que todo este cóctel me ha llevado varias veces a caer en una desmotivación que me ha impactado a todos los niveles de mi vida.

Pese a haber sido informado por mi médico de la importancia de tomar correctamente mi medicación del VIH, tanto por mi propia salud, como para evitar la transmisión a otros, no siempre cumplo con ello. Me cuesta entender la pauta de administración, la cual considero compleja y eso hace que me olvide de vez en cuando. Asumo que, en aquellos periodos de mayor desmotivación, me cuesta ser constante e incluso encontrar el momento para trasladarme al hospital de referencia donde he de recoger esta medicación. Una vez más, el entorno rural tampoco me ayuda aquí.

Me sucedió que un día no me encontré bien y fui a mi farmacia, la de Ana Deza. Después de varias preguntas para analizar mi caso y de medir mi presión arterial, detectó que ésta estaba descompensada. En parte era lógico porque, según me comentó, mi pauta terapéutica no estaba ajustada, y además, como en el caso de la medicación para el VIH, también me costaba tomar los antihipertensivos de forma correcta. Es en este momento donde Ana, además de ofrecerme hacer seguimiento de mi tensión arterial, me presenta el proyecto “Mi Dosis”.

Mi Dosis” es un programa desarrollado por el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Palencia en colaboración con la Diputación de esta provincia, que tiene como objetivo mejorar el manejo de la medicación de los pacientes a través del Servicio con Sistemas Personalizados de Dosificación (SPD).

Entro a formar parte de este programa, con la convicción de que puede hacer más fácil y cómoda la toma de mi medicación, además de tener un mayor control de mis patologías gracias a las revisiones semanales de mi farmacéutica.

Ahora tomo mis medicamentos perfectamente organizados por mi farmacéutica, dentro de SPDs. Es como un pastillero, pero mucho más profesional en todos los sentidos. Este sistema me ayuda muchísimo porque me sirve de recordatorio para no olvidar tomar mi medicación. Tan solo tengo que identificar el día y toma correctos, tal y como me han enseñado en la farmacia, para tener la tranquilidad de saber que estoy administrando los medicamentos adecuados, en el momento adecuado.

Imagen de un SPD del proyecto “Mi Dosis”, desarrollado por el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Palencia, y la Diputación de Palencia.
Farmacéutico preparando un SPD para el proyecto “Mi Dosis”

Además de estos beneficios, el usar el servicio SPD también me ayuda a responder a la típica pregunta de ¿Me he tomado hoy la medicación?, al poder visualizar la relación de alvéolos abiertos/cerrados.

Tengo que agradecer además el gran trabajo de Ana, quien me está ayudando mucho a revertir una situación que era muy complicada para mí. Ciertamente, el notar su apoyo y ayuda está haciendo que me sienta mucho más motivado por hacer las cosas bien, y eso ejerce de ‘efecto dominó’ para otros aspectos de mi vida. Además, ¿sabéis qué? La correcta evolución de mis valores de tensión, que observo semana a semana, magnifica todavía más esta motivación.

Sí, queridos lectores, para mí esto es un Caso de ÉXITO con mayúsculas. Por fin estoy cuidando mi salud, y además me dicen que estamos contribuyendo a disminuir la propagación del virus.

Gracias a todos los eslabones de la cadena que me han ayudado a conseguirlo.


Esta historia de éxito es real. Está explicada con el consentimiento del paciente, aunque Eulogio es un nombre ficticio, para preservar el anonimato. Gracias.
 
Muchas gracias a Ana Deza, Farmacéutica Comunitaria, y Vocal de Oficina de Farmacia del COF Palencia, por compartir esta historia con todos nosotros.

Algunos datos relevantes:

· Los medicamentos antirretrovirales han revolucionado el tratamiento y la prevención de la infección por el VIH; sin embargo, la adherencia es crítica para una eficacia sostenida y tiene el potencial de afectar los resultados en múltiples niveles. (1) (2)

· Las causas de la mala adherencia a los medicamentos antirretrovirales son extremadamente diversas e incluyen la complejidad de las pautas terapéuticas, los efectos secundarios del tratamiento, la alfabetización sanitaria deficiente, la mala relación médico-paciente y el acceso limitado al tratamiento. (2)

· Es importante que todos los miembros del equipo de atención médica aborden las posibles barreras a la adherencia para lograr la supresión viral y optimizar los resultados en pacientes con VIH. (2)

· Intervenciones desde la farmacia comunitaria, como el seguimiento farmacoterapéutico con SPDs, pueden ser de un gran valor (2), tal y como se han visto en este caso.

(1) Gulick RM, Flexner C. Long-Acting HIV Drugs for Treatment and Prevention. Annu Rev Med. 2019;70:137-150.
(2) Schaecher KL. The importance of treatment adherence in HIV. Am J Manag Care. 2013;19:s231-7.

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