La dificultad para tragar, o disfagia, es un problema común a medida que las personas envejecen. Esto genera dificultad para la administración de aquellas formas farmacéuticas orales solidas que no permiten su disolución en agua, obligando a pulverizarlas mecánicamente.
El proceso de trituración de estos medicamentos puede resultar una tarea tediosa, por lo que el uso de trituradores puede ser una herramienta muy útil para optimizar este trabajo, a la vez que reduzca el riesgo de lesiones.
La decisión sobre cortar o triturar una forma farmacéutica oral sólida debe realizarse siempre aplicando el juicio profesional farmacéutico, ya que existen varios riesgos derivados de modificar una forma galénica. La base de datos BOT Plus, en su apartado de advertencias, incluye recomendaciones sobre la posible adaptación de un determinado medicamento a pacientes con dificultades de deglución, que pueda ayudarle a tomar estas decisiones.