Hoy compartimos un testimonio muy interesante y valioso, en el que cabe destacar la estrecha coordinación en el proceso prescripción-dispensación-adherencia-seguimiento y la buena comunicación entre diferentes profesionales.
En octubre del año 2015, nuestra farmacia comunitaria (FC) implantó en su cartera de servicios el sistema personalizado de dosificación (SPD) Venalink, un sistema por el que el farmacéutico organiza la medicación de un paciente por días y tomas para un tiempo determinado, siendo de las pioneras en alcanzar la acreditación de este servicio en la región de Murcia.
Brevemente, nuestra farmacia comunitaria se encuentra en el casco viejo de Cieza, una localidad de unos 35.000 habitantes, situada en el norte de la provincia de Murcia, junto al rio Segura, famosa por sus aceitunas y ahora por sus melocotones. Como cualquier otra FC del casco antiguo de una ciudad, nuestro paciente cumple un perfil de persona mayor de 75 años, polimedicado y que, en su gran mayoría, son, son autónomos para las tareas diarias, validos, autosuficientes.
El hecho de ser una farmacia comunitaria de barrio nos permite descubrir las posibles faltas de adherencia al tratamiento. Las causas principales son:
Este hecho queda muchas veces reflejado en el momento de la dispensación de los medicamentos. Es entonces cuando conocemos y/o detectamos si el paciente altera las prescripciones pautadas por el médico. Normalmente al descubrir que la retirada es arbitraria por parte del paciente o del cuidador. Todo ello nos conduce a detectar una serie de pacientes con poca adherencia o no cumplidores o con problemas para seguir las indicaciones del médico en tanto en la posología como en el tratamiento.
Es esa población de pacientes donde la ayuda por parte de la FC adquiere un papel relevante, y en nuestro caso desde la implantación del SPD hemos logrado mejorar e incrementar la adherencia a los tratamientos.
En la actualidad prestamos el servicio de SPD a unos 40 pacientes, que abarca desde pacientes con tan solo tres especialidades, hasta aquellos que tienen pautado hasta los 18 medicamentos diferentes.
El problema más importante que le surge en la implantación del servicio SPD a un paciente es el desconocimiento del paciente sobre el método de trabajo.
De inicio el paciente se fundamenta en la “pérdida de control de sus propios medicamentos, pagados y retirados por él, y suele mostrar como un inconveniente menor el tener que venir una vez por semana a nuestra farmacia comunitaria a la retirada de la medicación re-acondicionada en envases. Este problema lo solucionamos mostrando la zona exclusiva de la zona de atención personalizada dedicada al desarrollo del servicio de SPD. En ella, almacenamos sus especialidades farmacéuticas en cajas herméticas con un control estricto de envase, lote, caducidad… y la hoja de firmas donde cada retirada el paciente es informado de cualquier modificación realizada por su médico.
La información que proporcionamos en todo momento al médico de atención primaria sobre el servicio de SPD que vamos a realizar en nuestra farmacia comunitaria, genera en el paciente mucha seguridad y gratitud Hemos encontrado en el médico de atención primaria una colaboración en nuestro servicio pues en la primera vista realizamos un acto de conciliación (Farmacéutico-médico) junto a una comunicación bidireccional en la que se ha dado el caso de cambio de pauta, posología e incluso de la modificación de tratamiento. El nivel de colaboración es tal que incluso el médico incorpora en la historia clínica del paciente que está en el sistema SPD de nuestra farmacia comunitaria e informa a la farmacia de las posteriores modificaciones en el tratamiento.
Todo ello nos ha permitido alcanzar casi un éxito total en los pacientes incorporados al SPD, habiendo recibido la felicitación por parte de familiares y de médicos. Quizás lo más indicativo es el hecho de que hemos incluido en este servicio a otros familiares de pacientes que denotaban también alteraciones en la adherencia a los tratamientos.
Estos motivos nos llevan a afirmar que el SPD es uno de los servicios más valorados por nuestros pacientes. En estas más de 80 semanas desde su implantación, los envases SPD son retirados a tiempo de la farmacia comunitaria, lo cual demuestra que el paciente valora la implicación del farmacéutico en la gestión de sus medicamentos ofreciendo este servicio.
Con relativa frecuencia es el propio médico quien refiere su agradecimiento y su disponibilidad a estudiar nuevos casos, influenciados por el hecho de que has observado que evita muchos errores en la administración de los medicamentos. Es más, en determinados pacientes, su incorporación a nuestro servicio SPD ha traducido en una mejora en la evolución de enfermedades crónicas. Este hecho, ha quedado reflejado en la disminución de la medicación en pacientes que tenían prescritos fármacos anti-depresivos y anti-hipertensivos y un mejor control de la glucemia.
La implantación de este servicio en la cartera de nuestra farmacia comunitaria ha supuesto también un reto a nuestro personal de la farmacia en la calidad y realización de este trabajo ya que ha sido acreditada por el Colegio Oficial de Farmacéuticos de la Región de Murcia y además ha participado en sesiones de formación, workshops para un mejor conocimiento y autoevaluación de los diferentes productos y posibilidades que hay en el mercado. Ha servido de gran ayuda sistemas como el NausiSPD que facilita la gestión de la información y el tratamiento de los pacientes. Además, gracias a su plantilla electrónica, reduce el tiempo de preparación del SPD y minimiza el error humano.
Todos nuestros pacientes reciben su tratamiento crónico mediante el SPD Venalink, lo que nos ayuda a promover un uso eficiente de los recursos sanitarios y potenciar la seguridad de los pacientes geriátricos.
